Para la ASOCIACIÓN NACIONAL DE TELETRABAJADORES -ANT-, el teletrabajo crea un nuevo concepto de persona; esto es,
un profesional más libre, con más autonomía y capacidad para controlar su destino y vocación, así como, con un mayor equilibrio, al conjugar su desempeño laboral con los valores sociales, políticos, existenciales y familiares.
Para las organizaciones empresariales, el teletrabajo posibilita un nuevo régimen para desarrollar y potenciar su actividad y negocio; no sólo por la oportunidad de la incorporación de inteligencia desde cualquier parte del mundo, sino también por la potencial reducción de sus costos, adecuando dinámicamente sus plantillas, en función de sus necesidades.
Por último, la ANT ha centrado gran parte de su atención para potenciar la implantación del modelo de teletrabajo en entornos comprometidos con el desarrollo ocupacional de sus colectivos; como es el caso de los ayuntamientos; también de fundaciones y entidades de atención a grupos con una difícil incorporación al modelo de trabajo con presencia
-discapacitados motores, mayores de 45 años, personas con cargas familiares, etc.-.
A todos estas naturalezas de trabajadores, la ANT ha intentado prestarles la mayor ayuda para que sus respectivas misiones -personales, mercantiles o públicas-, puedan desarrollarse dentro del modelo del teletrabajo, creando todos los servicios y prestaciones que éstas pudieran requerir -formación, suministros informáticos, orientación laboral y tecnológica, etc.-